Ingredientes
- 1 Pepino mediano, pelado y cortado en rodajas
- 1 manojo de Hierbabuena fresca (aproximadamente 20-30 hojas)
- 1 Limón grande, cortado en rodajas
- 1 trozo de Jengibre fresco (aproximadamente 2-3 cm), pelado y rallado finamente
- 4-6 tazas de Agua filtrada
- Hielo al gusto
- Opcional: Edulcorante natural (miel, stevia, jarabe de agave) al gusto
Preparación
Infusión Inicial
En una jarra grande, combina el pepino en rodajas, las hojas de hierbabuena y las rodajas de limón.
Añadir Jengibre
Agrega el jengibre rallado a la jarra. El jengibre aporta un toque picante y refrescante.
Agregar Agua
Vierte las 4-6 tazas de agua filtrada sobre los ingredientes en la jarra. La cantidad de agua dependerá de la intensidad de sabor que desees.
Refrigeración
Refrigera la mezcla durante al menos 2-4 horas, o preferiblemente durante la noche. Esto permite que los sabores se mezclen completamente.
Servir
Sirve la infusión sobre hielo. Si lo deseas, añade un edulcorante natural al gusto. Decora con una rodaja de pepino o una ramita de hierbabuena.
Consejos y Variaciones
Ajustando la Intensidad
Para una infusión más suave, reduce la cantidad de hierbabuena y jengibre. Para un sabor más intenso, aumenta las cantidades.
Hierbabuena Seca
Si no tienes hierbabuena fresca, puedes usar hierbabuena seca, pero ten en cuenta que el sabor será menos pronunciado (usa aproximadamente 1-2 cucharaditas de hierbabuena seca).
Frutas Adicionales
Experimenta añadiendo otras frutas, como cítricos (naranja, pomelo) o sandía, para variar el sabor.
Jengibre al Gusto
La cantidad de jengibre se puede ajustar según tu preferencia de picante. Comienza con una pequeña cantidad y añade más si lo deseas.
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